El verano es una época de mucho calor y sol, que pone a prueba tanto la mecánica como los elementos que forman parte del vehículo. El calor puede provocar que el motor se sobrecaliente, los neumáticos se desgasten más rápido y los sistemas eléctricos fallen, pero antes de que esto suceda podemos evitarlo teniendo en cuenta algunas claves.
Algunas averías comunes en verano
Sobrecalentamiento del motor. El calor puede hacer que el motor se sobrecaliente, lo que puede provocar daños. Puedes saber que esto está sucediendo si te pasa alguna de las siguientes situaciones:
- El motor se calienta demasiado
- El motor pierde potencia
- El motor emite humo blanco
- El motor emite un ruido extraño
Problemas con el aire acondicionado. El calor puede hacer que el aire acondicionado no funcione correctamente, lo que puede hacer que el coche sea incómodo de conducir y afectar a nuestro rendimiento al volante. Los síntomas de un aire acondicionado con problemas son:
- El aire acondicionado no enfría
- El aire acondicionado emite un ruido extraño
- El aire acondicionado huele a quemado
Fugas de aceite. El calor puede hacer que el aceite se evapore más rápidamente, lo que puede provocar fugas de aceite. Estas son las claves que pueden indicártelo:
- Manchas de aceite debajo del coche
- Una baja presión de aceite
- Un humo azul del tubo de escape
Fugas de refrigerante. Como ocurre con el aceite, el líquido refrigerante con el calor se puede evaporar más fácilmente, pero hay algunos síntomas que nos pueden indicar si esto o una fuga está sucediendo:
- El coche se sobrecalienta
- El motor emite un humo blanco
- El refrigerante está bajo
Problemas con los neumáticos. El calor puede hacer que los neumáticos se desgasten más rápidamente, lo que puede provocar pinchazos o reventones. Los síntomas de neumáticos con problemas incluyen:
- Un desgaste desigual de los neumáticos
- Un juego excesivo de los neumáticos
- Un ruido extraño al conducir
Problemas con los frenos. El calor puede hacer que los frenos se desgasten más rápidamente. Para saber que no están funcionando correctamente debes fijarte en esto:
- Una distancia de frenado más larga
- Un ruido extraño al frenar
- Un pedal de freno esponjoso
Si sufres una avería durante el verano, es importante que lo lleves a un taller mecánico lo antes posible. Un mecánico profesional podrá diagnosticar la avería y realizar las reparaciones necesarias.
Consejos para evitar averías en verano
Las averías mecánicas pueden ser una cuestión de desgaste o mala suerte, pero también influye el mantenimiento que le damos a nuestro coche, y durante el verano en el calor extremo esto es algo fundamental. Aquí tienes algunos consejos para tener en cuenta:
- Revisa los niveles de aceite, agua y refrigerante con regularidad. El calor puede hacer que estos líquidos se evaporen más rápidamente, por lo que es relevante comprobarlos con regularidad y más aún cuando vamos a hacer viajes largos durante la época estival.
- Revisa los neumáticos de tu coche con regularidad. Los neumáticos deben estar en buen estado para conducir con seguridad en verano. Comprueba la presión de los neumáticos y el desgaste de la banda de rodadura, y si vives en una zona muy calurosa plantéate usar neumáticos de verano.
- Limpia el radiador de tu coche regularmente. El radiador ayuda a mantener el motor de tu coche fresco, por lo que es importante mantenerlo limpio para que funcione correctamente y evitar averías.
- Comprueba los frenos de tu coche. Los frenos son esenciales para conducir con seguridad, por lo que es importante mantenerlos en buen estado. Si notas que al pisarlos vibran o están más duros de lo normal, debes llevarlo a un mecánico para que lo revise. Siempre es conveniente, además, que hagas revisiones periódicas y cambios de las pastillas cuando toca.
- El aire acondicionado y la carga. El aire acondicionado ayuda a mantenerte fresco y cómodo en verano, y cuando hace mucho calor nos sirve para mantenernos más despiertos y atentos. Asegúrate de que funciona correctamente antes de conducir y revísalo cada temporada de verano, por si necesitas cargarlo.
- Precaución con el sol y el calor. El calor puede hacer que sea más difícil concentrarse al volante, por lo que es relevante conducir con cuidado en días calurosos, hacer descansos y mantenerse hidratado. Debes evitar conducir cuando más calor hace.
Precaución y mantenimiento regular
El verano es una época de mucho calor, lo que puede poner a prueba tu coche, por eso es importante realizar un mantenimiento regular, más aún si planeamos hacer viajes largos con el coche.
Y no solo debes tener en cuenta la parte mecánica, también debes tener precaución tú mismo, porque hay que estar hidratado y hacer pausas en el camino. Con estas claves y consejos podrás controlar mucho mejor el estado de tu vehículo y estar atento para evitar o detectar los problemas cuando surjan.
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