Es sabido que, de uso común y grosso modo, hay dos tipos de carburante: gasolina y diésel o gasóleo. Si bien existen con el mismo fin, existen ciertas diferencias que conviene conocer para aumentar la vida del motor de tu coche o moto.
Principales diferencias entre cada carburante
La primera diferencia que nos encontramos entre la gasolina y el diésel está en el proceso seguido para su obtención y, con ello, en su composición. Aunque parten del mismo origen, su fabricación y elementos añadidos difieren entre uno y otro.
La gasolina se obtiene mediante un proceso de cuatro pasos: fraccionamiento, craqueo, reformado catalítico y depuración.
El diésel se obtiene mediante la destilación y purificación del petróleo. Se separan distintas partes del crudo y uno de los productos es un vapor que vuelve a destilarse para obtener el fueloil, del que se obtiene el diésel.
Finalmente, la gasolina se mezcla con etanol para facilitar la oxigenación del carburante, mientras que al gasoil se le añaden aditivos para mejorar sus propiedades y el cuidado del motor.
Principales diferencias entre cada motor
Vistas las diferencias en su obtención y composición, debemos saber que los motores para uno y otro también cuentan con algunas diferencias que conviene saber.
Antes de notar las diferencias, debemos saber que tanto los motores para gasolina como para diesel comparten ciertos aspectos comunes en su funcionamiento.
Ambos funcionan con un mecanismo de cuatro pasos: consumo, compresión, potencia y escape. A partir de ahí, empiezan las diferencias.
En primer lugar, la gasolina se evapora más rápidamente, por lo que se mezcla mejor con el aire y basta una chispa para realizar la combustión. La gasolina y el aire se mezclan previamente. En el caso del gasoil, la mezcla se produce durante la combustión. Esto marca una diferencia importante en su mecanismo, puesto que mientras que los motores de diésel usan un inyector de combustible, los de gasolina usan una bujía.
Esto trae consigo otra característica, y es que al ser más suave la combustión de mezcla, el motor vibra menos. Los motores diésel son menos estables, por lo que requieren una estructura reforzada. Esto hace que los motores de gasolina sean preferidos para maquinaria ligera.
Por otro lado, al no estar mezclado, el gasoil se puede comprimir más, por lo que la eficiencia energética es mayor.
Como es visible, según el uso que se le vaya a dar al motor, es preferible optar por una opción u otra, puesto que ambas presentan ventajas y desventajas en virtud de su empleo.
Incompatibles entre ellos
Como es natural, no es posible usar gasolina en un motor diésel y viceversa. El diésel no alcanzará la volatilidad suficiente en un motor de gasolina para iniciar la combustión. Por su lado, la gasolina en un motor diésel se verá demasiado comprimida provocando estallidos no uniformes que terminarán por estropear el motor.
Para saber más sobre carburantes y todo lo relacionado con la automoción, puede que te interese la formación que impartimos en ITA, el Instituto Técnico de Automoción, donde podrás aprender y obtener el certificado de prácticas del mismo. Ponte en contacto con nosotros.
Sin Comentarios