¿Tenemos la presión en los neumáticos como es menester? A día de hoy, el mantenimiento de los coches supone seguridad y estabilidad, cuando se está llevando a cabo la conducción, tanto para el vehículo en cuestión como para los demás que circulen en la carretera. Es por eso, que muchas veces, te habrás preguntado: ¿mis neumáticos están en buenas condiciones?

A continuación, te daremos las indicaciones que deben cumplir para que estén en óptimas condiciones.

Aspectos a tener en cuenta

Toma nota de los que te describimos.

  • Presión. Cada fabricante de cada vehículo indicará la presión correspondiente que deben llevar los neumáticos del vehículo en cuestión. Esta vendrá indicada en el manual del automóvil y la etiqueta del neumático. Aunque, por regla general, siempre deben tener una presión de entre 2 y 2,5 bares. A partir de 2014, todo coche que se compre deberá llevar instalado obligatoriamente un indicador de presión de las ruedas, cuyo objetivo es mantenerlas en su rango normal.
  • Dibujo. Otro aspecto a tener en cuenta es el dibujo de los neumáticos. Cuando presenten un dibujo desgastado, es signo de que se deben cambiar.
  • Kilómetros recorridos. Cada rueda, cuando recorre un número determinado de kilómetros, debe ser cambiada, puesto que la constante circulación hace que se desgaste.
  • Duración. Los expertos recomiendan cambiarlas cada 8 años. También en los casos en los que no se hayan recorrido muchos kilómetros, ya que, aunque no presenten desgastes considerables, prevenir los accidentes es cosa de todos.

¿Qué riesgos se te presentan si no controlas la presión de los neumáticos?

Sí, tras estos consejos, todavía no te decides a cambiar tus ruedas, es necesario que sepas los riesgos a los que te verás sometido. También los padecerán los demás usuarios de las carreteras.

  • Accidente. Este es el riesgo más importante al no cambiar los neumáticos, dado que puedes tener un accidente con consecuencias catastróficas tanto para ti como para los demás.
  • Falta de agarre. Los neumáticos desgastados no pueden agarrarse bien al asfalto, lo que supone una pérdida de fuerza.
  • Aumento de la distancia de frenado. En condiciones normales, la distancia de frenado siempre será la misma; pero, al hacer uso de neumáticos desgastados, esta distancia aumenta, por lo que siempre existirá un riesgo grave.
  • Mayor consumo de combustible. Harás un gasto más notable de combustible al llevar las ruedas en mal estado.
  • Reducción de la eficacia de frenos. Tus frenos se verán perjudicados, puesto que se reducirá totalmente su eficacia; por lo que, en algunos casos, hasta podrían no frenar bien.
  • Peligro de deslizamientos. En los desplazamientos con condiciones atmosféricas de riesgo, se pueden producir deslizamientos laterales, ya que las ruedas en mal estado no se agarran bien al asfalto, lo que ocasiona una inestabilidad considerable.

Estos son solo algunos de los riesgos que se pueden presentar al descuidar la presión en los neumáticos, por lo que es útil preguntarnos: ¿es necesario correr ese riesgo? Con tan solo un gesto puedes dar la vuelta a la probabilidad de sufrir un accidente. No te lo pienses y cambia tus ruedas.

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