El radiador del coche, al igual que la bomba de agua, es un elemento que forma parte del sistema de refrigeración del vehículo, pues su principal misión es la de evitar que se produzcan sobrecalentamientos en el motor para que éste trabaje de manera óptima a cualquier nivel y ofrezca el máximo rendimiento.
Por lo general, el radiador está formado por un grupo de tubos de cobre que están situados espaciadamente y en paralelo. Estos tubos están dotados también con un sistema de aletas que permite ampliar la superficie a través de la cual se disipa el calor.
El funcionamiento sería el siguiente, los tubos (también llamados haces) reciben el refrigerante caliente que proviene del motor a través del tanque situado en la parte superior, y éste se enfría mediante el aire que proviene de las aletas, y es empujado a través del ventilador. Después, una vez frío, el refrigerante regresa a su lugar a través del tanque inferior del radiador.
Para que todo este proceso se lleve a cabo con éxito y el rendimiento del motor sea óptimo, será imprescindible que el circuito de refrigeración esté lleno. Lo más recomendable es que se haga con una mezcla de agua y refrigerante, aunque si en algún momento se percibe que el nivel es bajo, siempre podemos añadir un poco más de agua, teniendo en cuenta que el punto de ebullición del agua es mucho más bajo que el del refrigerante.
¿Cómo comprobar el nivel y añadir líquido refrigerante?
Llegados a este punto y puesto que cómo ya hemos comentado el nivel de refrigerante es un punto importante para garantizar que el radiador realice sus funciones adecuadamente, vamos a explicar de manera sencilla cómo podemos, nosotros mismos, añadir refrigerante al circuito.
Este indicador que os mostramos a la derecha, es el encargado de avisarnos de la temperatura a la que está trabajando el motor de nuestro vehículo. Normalmente, cuando el nivel de refrigerante es bajo, éste se calienta más y con mayor rapidez, por lo que se encenderá la luz de aviso.
Es muy importante que cualquier comprobación que realicemos relacionada con el sistema de refrigeración, se realice con el motor en frío ya que de no ser así podríamos quemarnos con el vapor de agua.
Además, para comprobar el nivel de refrigerante y poder añadir si la ocasión lo requiere, el líquido deberá situarse entre las marcas MIN y MAX indicadas en el tanque de reserva. Si se encuentra por debajo del mínimo podemos añadir refrigerante, aunque siempre sin rebasar el máximo.
Muchos expertos coinciden en que la mezcla ideal para este circuito será la realizada con un 60% de líquido refrigerante y un 40% de agua. La gran mayoría de líquidos refrigerantes o anticongelantes comercializados ya vienen preparados con la proporción adecuada, por lo que no es algo que deba preocuparte a no ser que se trate de un vehículo industrial y optes por utilizar un refrigerante puro.
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