El Certificado de Conformidad o CoC -por sus siglas en inglés- es uno de los elementos básicos de la documentación del vehículo. Todos los vehículos homologados para su venta y matriculación dentro de la Unión Europea han tenido que superar restricciones normativas de diversos tipos (seguridad, emisiones, ruido…) antes de pasar a producción en serie. Cuando estas son satisfechas, se obtiene una homologación tipo y una contraseña de homologación europea.

Los fabricantes realizan un papeleo previo con las autoridades de cada país para permitir la matriculación de dichos vehículos, y entre esos papeles está el Certificado de Conformidad (CoC), del tamaño de un folio estándar. Todos los vehículos fabricados con la misma contraseña de homologación respetan los datos reflejados en el CoC, así que administrativamente hablando se consideran similares.

Desde 2002, todo vehículo nuevo en la Unión Europea que se haya comercializado tiene contraseña de homologación europea. Podremos encontrarla en la documentación, en la casilla K, y en una placa metálica visible en el vano motor o el chasis. Si la contraseña de homologación no coincide en la documentación y la placa metálica, es que hay un fraude previo.

A lo largo de la vida del vehículo se puede solicitar un duplicado del CoC, tal y como establece la normativa correspondiente, el Reglamento (UE) 2018/858 del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018, en el caso de no tenerlo nosotros junto a la documentación original del vehículo.

En dicho duplicado aparecen los datos correspondientes a la homologación del vehículo y tiene vigencia con carácter indefinido. En algunos supuestos podemos necesitar dicho certificado, como por ejemplo para reclamar el distintivo ambiental correcto para nuestro vehículo, o para matricularlo si no es nuevo. En la ficha técnica reducida también aparecen varios de los datos reflejados en el Certificado de Conformidad, la diferencia es que lo expide un ingeniero titulado en vez del fabricante, y se obtiene mucho más rápido.

El CoC lo podemos solicitar al fabricante a través de cualquier concesionario o contactando con atención al cliente. Según la marca comercial, el Certificado de Conformidad se expide sin coste, por menos de 100 euros, o por encima, según su política. También hay empresas de ingeniería que prestan el servicio de obtener el CoC, pero hay que fijarse siempre en el coste que eso puede suponernos.

CÓMO OBTENER EL DISTINTIVO AMBIENTAL CORRECTO

Cuando la DGT realizó la clasificación del parque de vehículos, a partir de 2016, estableció las fechas de corte por matrícula en las que las distintas normativas Euro entraron en vigor. Eso supuso un perjuicio para todos los propietarios de vehículos que cumplían de forma anticipada con las nuevas normas, antes de que estuviesen vigentes. De hecho, los fabricantes no esperaron al último día para cumplir con las normas, se adelantaron.

Uno de los campos que nos interesan del Certificado de Conformidad es precisamente la normativa de emisiones Euro que superó el vehículo dentro de su homologación tipo. Esta información es válida para la DGT para actualizar el Registro de Vehículos, pero hay que realizar un trámite previo, pasarse por una ITV, presentar el Certificado de Conformidad, y solicitar una actualización de la ficha técnica.

Una vez esté la ficha técnica actualizada, basta con pedir cita previa en una oficina de la DGT (se puede hacer por teléfono o Internet) para pedir la modificación del Registro de Vehículos. Una vez hecha, ya podemos pedir el distintivo que nos corresponde. También puede ser necesario para realizar la matriculación de un vehículo importado desde la Unión Europea.

A partir del año 2002 se unificó el sistema de homologaciones europeo, por lo que la misma contraseña de homologación es válida para todos los Estados miembros. Por lo tanto, matricular cualquier vehículo con contraseña de homologación europea y su CoC es el supuesto más sencillo de los tres posibles al importar un vehículo desde el exterior.

En el caso de modelos anteriores al 2002, a falta de contraseña europea habrá una contraseña nacional de un país comunitario que no se corresponda con una española. Habría que realizar una homologación por equivalencia por medio de un ingeniero titulado. Si no hay ni una cosa ni la otra, entonces habrá que realizar una homologación individual, que tiene un coste de no menos de 1.500 euros más IVA. Es el caso de vehículos que se han importado desde terceros países, como Japón o Estados Unidos, y que no fueron homologados en países europeos.

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